Estafas comunes en la compra de vehículos a particulares
Desconfiar de coches con precios demasiado bajos, verificar la identidad del vendedor y comprobar los antecedentes del vehículo, entre las claves que da el gremio de vendedores de vehículos de ocasión, Con unos dos millones y medio de transferencias de vehículos al año en España, el mercado de ocasión genera un entorno propicio para la proliferación de fraudes y estafas. “ La recomendación pasa siempre por desconfiar de coches con precios demasiado bajos, no adelantar el dinero, verificar la identidad del vendedor y desconfiar si se encuentra en otro país, así como comprobar las posibles cargas y antecedentes del vehículo solicitando el informe a Tráfico” , aconseja Javier Arribas, director de Comunicación de Ocasiónplus.
En la actualidad, aumentan el número de casos de estafas en la transacción de vehículos entre particulares que acaban en los tribunales y pueden suponer incluso penas de cárcel para el vendedor y la pérdida del dinero (y del coche) para el comprador. Ante esta situación, la compañía de compraventa de vehículos analiza en qué consisten las estafas a compradores que proliferan actualmente:
- Cuentakilómetros "afeitado" y libro de revisiones falso
Aunque el “ afeitado” de kilómetros es una práctica todavía extendida entre particulares, que consiste en rebajar el número real de kilómetros para aumentar el valor del coche, se considera un delito de estafa castigado con penas de hasta seis años de prisión (si el valor de lo estafado supera los 50.000 euros, tres si no alcanza dicha cuantía), además de una sanción económica variable en función de su capacidad económica.
En muchos casos, se suma a este delito la falsificación del libro de revisiones, así como de los sellos de concesionarios (en su mayoría, oficiales de la marca), para simular que el vehículo ha llevado a cabo el mantenimiento correspondiente y acreditar la aparente veracidad del cuentakilómetros. Esto supone un agravante del delito de estafa, lo que conlleva un aumento de la pena antes mencionada.
En el caso del comprador, si no se localiza ningún bien a nombre del vendedor, no recuperará el dinero del vehículo o la eventual pérdida del valor del mismo (la diferencia entre lo pagado y lo que realmente vale). Solo recuperará su dinero si quien delinque resulta ser solvente, lo que no suele ocurrir.
- Identidad falsa del vehículo (robado)
Otra de las estafas, más propia de bandas organizadas, consiste en vender vehículos previamente robados en otros países con una identidad ficticia. Antes de poner a la venta el coche, “ fabrican” una identidad al vehículo mediante la falsificación de la documentación y un nuevo troquelado del número de bastidor en el chasis. Ambas manipulaciones solo son detectadas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado cuando llevan a cabo operaciones contra este tipo de organizaciones criminales, cuyos integrantes suelen ser llevados a juicios por múltiples hechos como este.
Para evitar ser víctimas de este tipo de estafa, nunca se debe comprar un vehículo a un particular sin comprobar previamente sus antecedentes en tráfico o, por el contrario, para el comprador supondrá la pérdida del importe abonado, ya que el contrato de compraventa queda anulado. El vehículo se reintegra a su dueño legítimo y el vendedor suele preocuparse de ser insolvente para no responder de la reparación del daño causado.
- Venta del vehículo por quien no es su titular
Es otro de los riesgos de no conocer al vendedor: caer en una estafa consistente en la venta de un automóvil por parte de quien no es su titular, como es el caso de empresas que pretenden cesar su actividad de manera fraudulenta. De esta forma, el comprador puede acabar adquiriendo un vehículo con cargas y acreedores preferentes que se expone a que, una vez abonado el coste del vehículo, tenga que responder por las cargas que pesen sobre el mismo (embargos) y que, en algunos casos, pueden incluso ser superiores al importe del coche.
- Estafas a vendedores, también existen
La más habitual es una en la que el protagonista pasa a ser un talón falso. Un propietario pone su coche a la venta en Internet y rápidamente aparece un comprador que intenta acelerar la venta de forma urgente de forma presencial. Tras ver el vehículo en persona de forma inmediata un viernes (día clave para llevar a cabo la estafa), el comprador acude a la cita con un talón conformado en el banco con el precio exacto del vehículo y un contrato de compra venta que ambos firman. Después de que el vendedor ingresa el cheque en su cuenta el viernes, el lunes recibe la llamada del banco para informarle de que el talón es “ no conforme” y, por lo tanto, no se ejecuta la transferencia.
En este caso, si se puede localizar al comprador, el vendedor puede recuperar el vehículo mientras que el comprador se enfrenta a la pena correspondiente al delito de estafa.